Crítica positiva

En la vida, no en lo paranormal, lo paranormal es la realidad,

George Bush, Hoover, la pederastia, el tráfico de órganos, el cáncer.

Lo raro, lo dificil, lo extraño, es seguir creyendo en la vida,

en el hombre, lo fácil, dejar de creer, abandonarse, sumergirse en lo oscuro sin resistencia.

Scully y Mulder han crecido, los que no parecen haber crecido son algunos fans,

Scully y Mulder han asumido que no se puede estar toda la vida huyendo,

buscando fuera en lugar de dentro, que hay que aceptar la vida, la muerte,

aunque sea una mierda, que es preferible eso a dejarse morir, a dejarse vivir.

Scully y Mulder ya no quieren creer, creen, en sí mismos, en su amor, en la vida,

Scully abandona el territorio de la muerte, la ciencia forense, por la esperanza, en la vida,

en Mulder, Mulder deja de aferrarse a lo extraterrestre, a lo paranormal,

a los poderes del cura, para empezar a creer en lo terrestre, en el cura, en Scully.

Creer cuando hay luz no tiene mérito, lo valiente es creer cuando solo hay oscuridad,

al final del túnel, la luz es la sombra de Dios, la muerte, el reverso de la vida.

Por desgracia para Carter, gran parte de los fanáticos de la serie, necesitan ver para creer, en lugar de creer para ver, pobres, la clave es creer, abducidos abstenerse.

la fumadora dijo...
Chris Carter nos ha regalado la película que nos debía.
En la primera película nos repitió lo que ya sabíamos de la serie. Que al Fumador le sobran Mulder y Scully; que los alienígenas, los extraños, hacen cosas que dan miedo. Y que Mulder sigue corriendo tras su infancia, buscando a Peter pan y su ciudad de los niños perdidos, donde Samantha sigue peleándose con él para ver su programa favorito de la tele. “Piérdete” – le dice siempre Mulder .

En la segunda película Carter renuncia a las humaredas del fumador. Basta de nieblas. Los extraños, aunque no sean paliduchos cabezones de ojos grandes y bajitos, hacen cosas que dan miedo. Cuando un extraño camina salvaje junto a tu coche y nadie más que tú y ese extraño estáis allí, no hace falta estar a bordo de una nave extraterrestre para repetirte alucinado y asustado una y otra vez: “esto no está pasando, esto no está pasando, esto no está pasando”. Esto no puede pasarme a mí, que estoy tan seguro de lo que ocurre a mi alrededor... Cuando presidentes de países guerrean, se inventan el concepto daño colateral, y muere gente, tampoco hace falta estar a bordo de una nave extraterrestre para alucinar y decir “esto no está pasando, esto no está pasando, esto no está pasando”.

Y por si todo esto fuera poco, Carter decide que ya es hora de que Mulder deje su persecución incansable tras la infancia. Samantha no va a volver, todos los niños mueren, hay que aceptarlo, y en la vida hay más cosas que el propio éxito, que los propios sueños, que las metas. El momento cumbre ya no necesita estar en el polo norte, con el hielo resquebrajándose para lanzar al aire una nave nodriza. El hielo se resquebraja porque lo accesorio se ha vuelto accesorio y lo principal fundamental. Esta vez no hace falta que Mulder grite con desesperación: “Scully, mira, mira”. Esta vez, la besa. Y Scully, una vez más, siente cómo su escepticismo se resquebraja. No se le ocurre “el modo de hacerlo posible”, no hay pruebas, pero quiere creer. Y creer es la clave.

Chris Carter es un romántico. Ha construido una historia de amor inmortal, con un beso de película en medio del horror. El "parasiempre" dentro de un mundo mortal es paranormal. Y la oscuridad dentro de un mundo peligroso y mortal es de lo más normal. Pero eso es lo que hay, y así nos lo ha contado Carter. Creer a oscuras es la clave.
La película es valiente porque le da un vuelco a la serie, una evolución. la oscuridad, lo ocuro es una abstracción de Tooms , el vampiro, el golem, la cucaracha, los extraterrestres etc, etc... Los monstruos nos persiguen a todos. Y lo difícil no es creer en ellos sino creer que vivimos sin ellos.
Después de una película como ésta el siguiente paso, si lo hay, que ojalá, deberían dejárselo dar al grandísimo Darin Morgan. Ojalá haya un “The x files 3” escrito y dirigido por Darin Morgan. No sólo de fe vive el hombre. Sin sentido del humor andamos un poco cojos y en eso Morgan es el maestro.

Fuente: Cinelacion & Conexionx