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martes, julio 04, 2006

Sara Martin (2006) Sara Martín, autora de "Expediente X: En honor a la verdad

Sara Martín, autora de "Expediente X: En honor a la verdad"

Martes, 04 de Julio de 2006
FormulaTV.com/Concepción Cascajosa
 
'Expediente X' ha sido una de las series más exitosas e influyentes producidas por la televisión norteamericana en las últimas décadas. Renovando el genero fantástico, apostando por una personal estética y poniendo de moda lo sobrenatural y las teorías de la conspiración, 'Expediente X' marcó época.

Ahora nos llega "Expediente X: En honor a la verdad" (Alberto Santos Editor), un amplio y ricamente ilustrado libro que analiza la serie con un estilo ameno, mucha perspicacia y el particular tono que le puede imprimir alguien que la admira profundamente pero que no cierra los ojos a sus debilidades.

A lo largo de este libro imprescindible para los amantes de 'Expediente X' se tratan aspectos tan diversos como el origen del programa, la relación entre Mulder y Scully, la figura del Fumador, la gran conspiración central y los tópicos del género fantástico utilizados, además de incluir una guía de episodios con valoración crítica.

La autora de "Expediente X: En honor a la verdad" es Sara Martín, profesora de filología inglesa en la Universidad Autónoma de Barcelona y responsable de otras publicaciones como "Monstruos al final del milenio" (2002) y "Siete relatos góticos del papel a la pantalla" (2006). Hablamos con ella para desentrañar las claves de un programa mítico.

¿Cómo acaba una profesora de filología inglesa analizando uno de los iconos de la cultura popular contemporánea en vez de una obra de Shakespeare o una novela de Hemingway?
Empiezo por sonreírme ante la pregunta porque no sé si mis propios colegas de profesión lo entenderán. Fíjate que cuando se lo conté a un catedrático especialista en cine, a quien no le ha faltado coraje para salirse del estricto ámbito literario, su comentario fue ¡‘tú cada vez más radical’! La respuesta es sencilla: Shakespeare, Hemingway y 'Expediente X' son narraciones generadas por la cultura de habla inglesa y se da el caso de que me interesan todas ellas como expresión de un modo de ver el mundo vinculado a una lengua y a una trayectoria histórica determinada. Para mi no hay en el fondo gran diferencia entre escribir sobre una cosa o sobre la otra, además siempre digo que se puede escribir muy mal sobre Shakespeare y muy bien, aunque suene pretencioso dadas las circunstancias, sobre cualquier aspecto de la cultura popular.

Lo cierto es que cada vez se pone más de manifiesto que el referente de las series de televisión son las novelas, no el cine. Es habitual que los productores de televisión se refieran a Dickens como un modelo. ¿Cómo ves la relación entre los dos formatos?
Total y absoluta. Tengo una grandísima admiración por Dickens, que era capaz de mantener el interés de su público lector a base de dosificar poco a poco un relato siempre rico y emocionante. Y, desde luego, cada vez me parece más claro que para los habitantes del siglo XIX el teatro cumplía una función análoga a la del cine hoy en día, y la novela serializada similar a la de la televisión. En muchos casos no se trataba ni siquiera de leer a solas sino que bien pudiera ser que el cabeza de familia reuniera a los miembros de su casa, sirvientes incluidos, para leerles en voz alta el correspondiente capítulo. Se seguía además un modelo de trabajo a destajo, con editores y escritores siempre pendientes del índice de ventas de un modo que recuerda a la obsesión de las cadenas por los índices de audiencia; y se tenía además muy en cuenta qué prefería el público, aunque eso pudiera alterar el curso inicialmente previsto de una trama novelesca.

Los admiradores de 'Expediente X' se dividen a grandes rasgos entre los que disfrutaban con la mitología central de la conspiración y los que preferían los capítulos autónomos del “monstruo de la semana”. En el libro se dedican ricos análisis a las dos parcelas, pero como experta en la serie me gustaría saber cuál es tu posición en esta polémica.
Va a sonar a respuesta fácil pero pienso que el éxito de la serie radica en la mezcla, sin la cual 'Expediente X' no sería lo que es. La trama de la mitología es un relato denso y opaco que necesita del descanso que suponen los episodios sueltos, y al revés: la mitología es el cemento que mantiene unida la red que forman los casos sueltos. Inevitablemente, la caracterización se resiente porque Mulder y Scully parecen no acordarse de la conspiración más que cuando toca, como si algo tan descomunal se pudiera dejar de lado para investigar cosas mucho más puntuales. Pienso de todos modos que la mitología no se habría convertido por sí misma en una serie de éxito, y que los casos sueltos tenían más posibilidades de sobrevivir sin ella, pero eso, claro, es una opinión muy personal.

Entre los precedentes de la serie citas en el libro a "Kolchak, cazador de vampiros" y "Todos los hombres del presidente". ¿Pero cuál es el programa o película que mejor ha sabido aprovechar la influencia de 'Expediente X'?
Acabo de leer un artículo académico en que se habla de "Independence day" como fruto del éxito de 'Expediente X', cosa que me ha sorprendido mucho porque no se me habría ocurrido vincularlos, así que se pueden ver influencias donde se quieran. Creo que el legado de 'Expediente X' no ha sido en general bien aprovechado, tal vez porque el nivel de la serie era muy alto y todo programa de TV y película de cine similar en seguida recibiría la etiqueta de mera imitación. Hay rasgos de 'Expediente X' en series como 'C.S.I.' –no dejo de pensar que Scully nos ha acostumbrado a la investigación forense- e incluso pienso que el Dr. Greg House, salvando las diferencias, tiene un ingenio verbal mulderiano. Lo que más me interesa en todo caso es el modo en que la expresión ‘expediente x’ ha pasado al vocabulario popular; si tiene que haber series sucesoras, ya vendrán.

En el libro llamas al Fumador "el Satán sutil”" Personalmente uno de mis capítulos favoritos de la serie es "Las meditaciones del Fumador" (4.7.), que lo muestran como un escritor fracasado y se fantasea con su participación en todas las conspiraciones posibles. ¿Qué tiene este personaje que lo hace tan fascinante?
Es un gran villano y como tal nos encanta porque hace lo que quiere al margen de toda ley y moral; también porque aunque no nos gusta ser manipulados, nos gustaría ser manipuladores y el Fumador es uno de los mejores, como muestra ese curioso capítulo. Y cómo no, nos fascina porque, tal como digo en el libro, encarna todos esos ‘ellos’ en la sombra que mueven los hilos. Por mucho que nos digan que no hay poderes ocultos y que el mundo lo llevan fantoches como el Presidente Bush, siempre preferimos pensar que alguien inteligente –y el Fumador lo es mucho- está al mando, aunque sea de ese modo tan siniestro. Es un modo de decir, si no hay Dios al menos que haya Diablo.

La relación entre Mulder y Scully ha sido sugerente y complejas como pocas en la historia de la televisión, pero en el libro dices que la serie fracasó en su empeño de proponer un tipo de relación entre un hombre y una mujer que trabajan juntos distinta del amor. ¿Por qué?
La mayoría de nosotros trabajamos en entornos mixtos y compartimos alegrías y pesares con personas del otro sexo de quien no necesariamente nos enamoramos; son relaciones que pueden ser muy intensas y que quedan entre la amistad y el compañerismo debido a circunstancias de trabajo, y que en muchos casos no se mezclan con lo sentimental de la vida privada, quedando al margen. Sin embargo en la ficción no nos interesa este tipo de relación y nos decantamos siempre por el amor, cosa que a mi me parece de una gran estrechez de miras. Creo que es una pena que siempre caigamos en lo mismo y eso a pesar de que me parecía obvio que la relación entre Mulder y Scully es amorosa, tal vez porque están demasiado aislados de los demás y nadie más podría entrar en su vida privada.

Uno de los aspectos que analizas en el libro es la presencia de la religión, que encuentra especial eco en los capítulos centrados en las creencias católicas de Scully. ¿Cómo reflejó 'Expediente X' el lugar de las religiones organizadas en el descreído mundo actual?
Creo que las rechaza y pretende sustituirlas con un modo de creer que es paradójicamente laico. Mulder es muy duro en diversas ocasiones con Scully por sus creencias religiosas y creo que ésa es la posición que asume la serie, reconociendo al mismo tiempo la necesidad de llenar nuestro vacío espiritual con algo, lo que sea, y aunque sea tan a priori absurdo como la existencia de extraterrestres invasores. La serie tiene momentos espirituales brillantes –me encanta en este sentido el episodio que dirigió Gillian Anderson ('Todas las cosas', 7.17.)- pero se guarda mucho de ser religiosa en un sentido convencional pese a su trama mesiánica.

¿Qué opinión tienes de los relatos paralelos creados en torno a la serie, como "Expediente X: La película" y el spin-off 'The Lone Gunmen', protagonizado por los Pistoleros Solitarios?
La película me parece un híbrido insostenible, por no ser ni claramente un episodio de la serie ni una película independiente. Yo la vi con una persona que no es fan de la serie ni la seguía y su desconcierto era mayúsculo. He leído rumores de una segunda película que sería un caso suelto pero creo que es un error intentar seguir por esa vía si bien pienso que si se quería pasar al cine con cierta continuidad lo lógico hubiera sido empezar por un caso suelto y dejar la mitología para la televisión. 'The Lone Gunmen' me parece una broma simpática, nada más, con momentos inquietantes como ese episodio piloto que anticipa lo que pasó en el World Trade Centre.

Las dos últimas temporadas de 'Expediente X' se vieron a duras penas en España. ¿Crees que deben ser reivindicadas o merecen permanecer en el olvido?
Reivindicadas, por supuesto. Son parte de la serie se quiera o no, y aportan elementos de notable interés tanto en la caracterización de Doggett y Reyes, de quienes me declaro admiradora, como en algunos de los casos. Mantengo lo que digo en el libro: la pena es que Doggett y Reyes habrían funcionado bien al margen de Mulder y Scully pero el peso de estos dos personajes era demasiado para que ningún otro triunfara en su lugar. Además, ¿cómo se puede dejar de lado las dos temporadas en que Mulder y Scully se convierten en padres?

En la parte de final del libro realizas una valoración crítica de todos los capítulos de la serie. Si te tuvieras que quedar con uno sólo para llevártelo a una isla desierta o salvarlo para la posterioridad, ¿cuál sería?
Sé que voy a recibir muchos varapalos por ese ránking, que fue idea de mi editora, y que me dio bastantes dolores de cabeza. Hay que tomarlo como algo muy, muy personal y cada uno que se haga el suyo propio. A una isla desierta me llevaría 'Humbug' ('Truco', 2.20), ése en que Mulder y Scully investigan en una colonia de freaks, porque me divierten las situaciones y me gusta la capacidad de auto-parodia de la serie, muy bien llevada en este caso. Tampoco creo que sea el más representativo pero es que la gracia de 'Expediente X' es que es una serie demasiado rica como para poder decir de ninguno de sus episodios que es típico de su estilo. 
Fuente:  FormulaTV

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